Crónica de una muerte inesperada
Un maestro les
lee a sus estudiantes un texto sobre problemáticas actuales con respecto a las
adicciones entre adolescentes. El profesor de Geografía de 4to año de la secundaria,
advierte a los jóvenes sobre los problemas que traía fumar un cigarrillo e
incluso una “pitada” de marihuana.
Si, todos coincidimos
en que… ¿qué tendrá que ver eso con la Geografía? … Nada. Pero el profesional,
además de dictar sus clases, trata de enseñarles valores y costumbres a los
chicos, y ayudarlos a prevenir futuras adicciones.
Marcos y
Gabriel salen exaltados y dudosos de la clase de geografía.
-Marcos:
Sabes que… el tiene razón en lo que dice… pero… ¿qué perdemos con probar?
- Gabriel:
No se, ¿tenes en cuenta que a mi no me gustan esas cosas … raras
-Marcos:
Dale boludo, somos pibes. Sino probamos ahora, ¿cuándo?
- Gabriel:
Claro, claro. Como si fuera tan fácil. Un cigarrillo lo compras en el kiosco.
Pero un faso…
- Marcos:
Sos demasiado nene de mamá. Acá en la plazita sabes cuantos fuman… a la salida
de Gimnasia le pregunto a los de 5to. Ellos deben saber donde conseguir. Vi a
un par en la plaza
- Gabriel: ¿y
después?
- marcos: ¿Cómo
“y después”? Después lo fumamos boludo. ¿Ves que sos boludo? No entendes nada.
- Gabriel:
Me parece que el boludo sos vos. ¿No escuchaste a Gregorio? ¿Qué nos dijo?
- Marcos:
Callate, y encendé este cigarro. Probá. No perdes nada con probar. Si no te
gusta, lo tiras a la basura. Corta la bocha.
Gabriel toma
el cigarrillo y lo enciende. Lo acerca a su boca, fuma suavemente. Retiene el
aire en sus pulmones unos segundos, y luego lo larga.
-Gabriel: Es
una sensación rara. Lástima que te deje ese gusto horrible en la boca, y ese
olor… que vos tenes siempre encima. A pucho.
-Marcos:
Dejate de joder. Eso se soluciona fácil: chicle de menta y desodorante.
Gabriel y
Marcos van a la clase de gimnasia. Juegan un par de partidos de fútbol, y
corren con sus compañeros. Al salir de la clase de educación física, caminan
por la plaza, y ven a los estudiantes de 5to año sentados en una esquina,
medios ocultos entre una gran arboleda.
-Marcos: Mira,
ahí están los pibes. ¿ves? Les preguntamos donde lo consiguen, cuanto sale, y
listo.
-Gabriel: Ni
en pedo, si vos te animas, te banco. Pero yo no me quiero meter en quilombos.
Bastante tuvimos con…
-Marcos: No
me hagas acordar de eso, ¡por favor!.... bueh, bueh… déjame a mi. Porque al
final…
-Gabriel:
Si, al final yo soy un boludo, pero este boludo la puso antes que vos. Dale,
dale… anda a conseguir el faso, porque el agujero no lo conseguís.
-Marcos:
Deja de hacerte el canchero… porque…
-Gabriel:
¿por qué sino que? ¿ querés que cuente lo de…?
-Marcos: No,
cortala con eso, te dije que la cortes, ¿ok? Esperame acá que ya vengo.
Gabriel y
Marcos tienen 17 años. Hicieron juntos jardín y primaria. Pasaron toda clase de
aventuras, buenos y malos momentos. Pero había algo que ocultaban, y Gabriel
sabía que comenzando con el vicio del faso, cosas del pasado podían salir a la
luz e incluso repetirse.
Marcos se
acerca, y habla con Martín, uno de los chicos de 5to año.
-Marcos: ¿
qué haces Martín, todo bien?
-Martín: Si,
¿ vos papá? ¿ qué andás buscando? . Que raro verte de nuevo por acá. Pensé que
después de lo de…
-Marcos: shhh…nadie
sabe que te lo conté….¿ pensaste que no iba a volver? Jajajaj (risas) A mi no
me para nadie. ¿ Dónde y a cuanto conseguís la mari?
-Martín: Veo
que no perdiste la actitud papá. Mira, por ser vos, te dejo el frasco 500
pesos. Alto frasco te doy, y son flores. Vos fíjate.
-Marcos:
Capo. Mañana a esta hora, ¿ te parece?
-Martin:
Dale, gato. Cambio.
-Marcos:
genial papa. Fuera. Retirada.
Marcos
vuelve y se acerca a Gabriel. Le cuenta que consiguió la marihuana para mañana
a la tarde, que tenían que poner 250 pesos cada uno, y conseguir papelillos.
Al día
siguiente, Viernes, Marcos se encarga de hacer el “trámite” y obtener el
frasco. Esa noche, Gabriel y Marcos se juntaban con un grupo de compañeros en
una casa abandonada que había en un campo a unas cuadras del colegio. Ellos le
llamaban “La caña”, ya que la casa estaba en el medio de un campo lleno de
cañas, abandonada. Ellos se encargaron de llevar unos sillones, mesa, un
televisor, playstation, y hasta una pequeña heladera para guardar sus bebidas
frías. Cuidaban y usaban esa casa desde el 1er año de la secundaria. Como la
casa pertenecia en realidad a un campo del ferrocarril, y nunca nadie la había
reclamado, ellos se apropiaron del lugar. La casa contaba con luz e instalación
de agua. No sabían como, pero nunca les cortaron ningún servicio. En fin, esa
noche se juntaban, como todos los viernes, a jugar al truco y a la play.
Marcos y
Gabriel, se juntan a las 22 horas, y parten a la caña. Luego de caminar unas
cuantas y oscuras cuadras, llegan a su destino.
-Marcos: Hey,
¿en qué andan?
-Tomas: Y
acá, esperando la sorpresita que nos dijiste.
-Marcos: Si,
ya tengo todo. Lo que si, no quiero que se repita lo de…
-Alejo: Si,
ya sabemos, no hace falta que lo digas. ¿ no habíamos quedado en que nunca más
se iba a tocar ese tema?
-Marcos: Si,
pero…
-Alejo: “Si,
pero…” nada, la concha de tu madre, “Si, pero…”nada. Esto solo quedó entre
nosotros 5, ¿ok? . Si alguien se entera de lo que pasó en el verano, terminamos
todos…
-Marcos: Si,
ya se boludo. Callate la boca y prepará un par.
Marcos le
revolea el frasco a Alejo, y el lo ataja rápidamente. Mientras que Alejo y
Tomas preparan un par de fasos, Gabriel habla con Braian.
-Gabriel: Te
digo la verdad, yo me arrepiento de haber estado acá ese día, ahora quede
pegado… no se que hacer, si alguien se entera de que…
-Braian:
Nadie se tiene porque enterar. Yo tampoco hice nada, y lo sabes. Pero… ¿ cómo
explicamos la situación?
Silencios.
Todos menos Gabriel habían fumado una pitada de faso. Incluso Alejo, Tomas y
Braian ya habían fumado años anteriores.
-Marcos:
Toma boludo, probá. Esta muy bueno, te relaja. Dale, no tengas miedo.
-Gabriel: No
se, mira si…
-Marcos:
Dale boludo, probá.
Gabriel
comienza a fumar. Luego de un rato, los 5 estaban dados vuelta. Además de
fumar, habían tomado un par de cervezas frías, por lo cual estaban muy relajados.
-Gabriel: Yo
no entiendo porque mierda no llamaron ese día a la policía, y explicaron lo que
había pasado… quede pegado, … y si llegan a….
-Marcos: Si
llegan a nada boludo, ¿cómo se van a enterar? ¿vos vas a abrir la boca? Somos
amigos todos, y vos y yo desde hace tiempo. Ya está. Ni la familia…
-Tomas: La
familia es …nada. Padre preso, madre prostituta. Un bien para ellos.
-Braian: Si,
pero tiene razón Gabriel. Si esa noche hubiéramos llamado a la Policía, quizás
hoy no tendríamos este peso tan grande, porque si estamos hablando de esto, es
porque sentimos culpa, a pesar de que…
-Alejo: A
pesar de que nosotros no hicimos nada. En realidad, pasó lo que pasó por una
sobredosis, y….
-Gabriel: Y
porque ella tenía asma. Le hizo mal.¿ pero sabes cuál es el problema? Que yo me
la cogi. Y porque ella quizo. Y si la Poli llega a enterarse, y se hace una…
-Marcos: Si,
si hacen una autopsia cagaste Gabi, porque van a creer que la violaste, y que
la mataste.
-Gabriel:
Algo hay que hacer. No podemos dejar esto así como está. Además, el cuerpo está
acá, abajo, enterrado bajo el sotano de esta casa, que es propiedad del
ferrocarril. Hace 5 años no la reclaman. Pero si un día vienen, y nos sacan a
patadas, y …¿ encuentran el cuerpo? ¿qué hacemos?
-Alejo: Eso
no va a pasar Gabi, quédate tranquilo. Vos, fumá.
Durante el
verano anterior, Gabriel había estado conociendo a una compañera de su curso.
Una noche de sábado, la llevó a la caña y tuvo sexo con ella. Más tarde,
llegaron Alejo, Tomas, Braian y Marcos. Cecilia se quedó, porque los chicos la
invitaron a tomar unos tragos, y a fumar faso. En ese momento, Marcos no quiso
probar, porque ya había bebido demasiado, Gabriel no quiso saber nada, y Cecilia
tampoco. Alejo le insistió a Cecilia para que probara, y ella contó que era
asmática. Los chicos le dijeron que nada le pasaría, pero no fue así. Cecilia
comenzó a fumar, y le agarró un ataque de asma. Gabriel intentó salvarla, pero
no pudo hacerlo. Cecilia murió abrumada por el humo, y por no tener su aerosol
de salbutamol encima. Lo que ninguno sabía es que Cecilia necesitaba en realidad un transplante de pulmón. Todos, asustados y desesperados ante la situación, se
pusieron de acuerdo en no contar nada, y enterrar a su compañera debajo del
sotano de la caña. La casa tenia un sótano, con piso de madera. Al levantar el
piso, había tierra. El cuerpo quedó allí. Jamás nadie se enteró de que la joven
fue enterrada allí.
Retomando al
Viernes, los chicos están semidormidos luego de haber fumado y bebido cervezas,
hasta que de golpe escuchan unos fuertes ladridos de perros, seguidos de
sirenas.
Alejo:
Boludos, la poli, ¡corramos!
Continuará………